domingo, 2 de diciembre de 2012

El éxito de los curanderos


Hace poco vi en la televisión un reportaje sobre los videntes y curanderos; en el mismo se decía que su negocio aumenta en tiempos de crisis y que en España ya hay el mayor número de videntes y curanderos por kilómetro cuadrado, de toda Europa. ¿Cuál puede ser la razón de su éxito? ¿Cómo puede creerse la gente que son capaces de curar cualquier enfermedad o de remediar cualquier mal de amores? Pensé sobre esto y encontré la respuesta: cuando acudes a un curandero o vidente encuentras cariño, comprensión, alguien que se interesa por ti, que te escucha, que te sonríe, que te dice palabras amables… Por el contrario, ¿qué ocurre cuando vas al médico? Pues eso, todo lo contrario: antes de que hayas completado la primera frase ya te ha despachado con una receta de paracetamol o ibuprofeno y está llamando al siguiente paciente. Como además, la mayoría de nuestros males están en el cerebro, el efecto placebo es muy importante, y por eso unas palabras amables y un poco de tiempo para escucharte surten más efecto que la mejor medicina despachada a toda pastilla y sin la menor empatía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hola! Estoy completamente de acuerdo con el razonamiento. Tristemente es real, una situación demasiad frecuente.
Yo soy médico de familia, y en mi actividad diaria procuro por todos los medios que tengo de que esto no ocurra así. Esto ocasiona un inevitable retraso en el transcurso de mi consulta. Y curiosamente, la gente se queja precisamente de lo que tiene que esperar para ser atendidos.
Yo pregunto ¿cómo se resuelve este dilema? Con más tiempo por consulta. Pero las autoridades no están por la labor. Tengo 5 minutos por paciente.
Las quejas me las hacen a mí, a mi equipo.
¿Por qué la gente no se queja donde corresponde? Es algo que no entiendo. Cuando hay quejarse la realidad es que estamos solos, los pacientes esperan que seamos nosotros quienes lo hagamos. Pero mientras no sea la población la que proteste, nada va a cambiar.