sábado, 23 de marzo de 2013

Dos colores que parecen cuatro


El folleto que debía preparar para lanzar Tantum fuerte en un mercado de prueba, que eran dos provincias pequeñas, se encontraba con una dificultad añadida: apenas si se necesitarían unos mil folletos para esa promoción, puesto que eran dos provincias con muy pocos médicos. Siendo así, no podíamos asumir el coste de un folleto lujoso (tal como acostumbrábamos a hacer). La utilización de cuatricromía, troqueles, formatos especiales, etc., resultaba demasiado cara para una simple prueba. La única opción que nos quedaba era hacer un folleto sencillo, impreso a dos colores.

Sin embargo no me resignaba a hacer algo “del montón”, algo gris, sin gancho, puesto que estaba más que comprobado que un folleto atractivo ayudaba al visitador a captar la atención y el interés del médico. Por eso me dije, “si sólo podemos usar dos colores, vamos a usar dos colores pero mezclándolos con diversas tramas para conseguir un abanico cromático mucho mayor”. Elegí el azul y el rojo y los mezclamos de mil maneras con distintos porcentajes de cada uno, consiguiendo tonalidades que iban desde el casi negro al rosa pálido. Por otra parte, nuestro dibujante realizó numerosas ilustraciones para dar vivacidad al folleto.

El resultado final fue un folleto de 8 páginas que no desmerecía de los demás y que captaba la atención por su tipografía, ilustraciones y combinación de colores. “¿De verdad que se ha hecho sólo con dos colores?”, nos preguntaba aún incrédulo algún compañero cuando veía el acabado final...

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