jueves, 20 de febrero de 2014

Conservar la fertilidad tras un cáncer ginecológico

Más de 500 especialistas están reunidos en Madrid con motivo del IV Congreso Internacional sobre Cáncer Ginecológico ‘Terapias Emergentes’ organizado por el MD Anderson Cancer Center, para abordar los últimos avances en este campo. Por ejemplo, en los últimos años se han desarrollado opciones terapéuticas más conservadoras que, en pacientes seleccionadas, permiten mantener la posibilidad de tener hijos en el futuro.

Una de las revoluciones más importantes en el abordaje del cáncer ginecológico es el conocimiento más profundo de la biología molecular de los tumores ya que cerca del 10% de los tumores de ovario es hereditario e, incluso, en algunos subtipos puede ser superior al 20%. “Probablemente el conocimiento de las alteraciones moleculares que hacen hereditario el cáncer de ovario, y que son básicamente las mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2, sea la mejor estrategia de prevención de futuro para estos tumores”, indica el Dr. Antonio González, jefe del servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center, de Madrid.

En esta línea, la biología molecular ha permitido identificar diferentes subtipos de cáncer de ovario, cada uno de los cuales tiene unas alteraciones moleculares específicas que pueden constituir potenciales dianas terapéuticas. 

Por otra parte, una de las estrategias más novedosas para el cáncer de ovario es el tratamiento antiangiogénico, que busca el bloqueo de la neoangiogénesis, es decir, la producción de los vasos sanguíneos que necesita un tumor para su crecimiento y desarrollo. “En la actualidad, disponemos de datos que confirman que la incorporación de esta terapia a la quimioterapia consigue aumentar el tiempo en que tenemos controlada la enfermedad, incluso en estadios avanzados”, confirma el Dr. González.

Alcanzado este objetivo, los retos del tratamiento antiangiogénico para el futuro son “conocer qué pacientes son las que obtienen un mayor beneficio a través de biomarcadores, identificar cuál es el mejor momento para emplear esta terapia tras la cirugía y, por último, analizar cuál es su papel en el momento de la recaída”, añade este especialista.

En la actualidad, cerca del 15% de los cánceres diagnosticados entre las españolas tienen origen ginecológico (ovario, útero, cuello de útero y vulva).  

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