domingo, 30 de marzo de 2014

Servicios médicos en el deporte

(AZprensa) Alfonso de Corral es el director de los servicios médicos del Real Madrid. Es doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid, y especialista en cirugía ortopédica y traumatológica. Hace unos años tuve ocasión de entrevistarle y de aquél encuentro he extraído estas respuestas sobre algunas cuestiones de carácter general:

¿Cómo evalúa el nivel de los servicios médicos españoles en comparación con los de otros países?
La calidad de los profesionales es alta, y sólo hay que ver la cantidad de especialistas en medicina deportiva y traumatología  deportiva que están en los congresos internacionales y participan no sólo como asistentes sino como ponentes. La sensibilidad hacia la importancia de los servicios médicos de los clubes de alto nivel va aumentando, pero yo sigo pidiendo más. Creo que son un factor decisivo en el rendimiento final y, además, creo que es un signo de inteligencia, porque si el patrimonio de un club son sus jugadores, cuidar ese patrimonio me parece inteligente.

¿Cuál es el caso más complicado que ha pasado por sus manos?
He tenido muchos y muy difíciles. Uno de los más difíciles el de Antonio Martín Espina. Tuvo un traumatismo craneal con elongación máxima y esguince de los ligamentos de la columna cervical, provocándole una lesión neurológica (tetrapresia de brazos, piernas y tronco). Una lesión muy grave que creo que se llevó con la máxima celeridad, fue metido en UVI inmediatamente y se recuperó y volvió a jugar al baloncesto, y es un hombre que ahora está absolutamente sin secuelas. Son momentos complicados, porque lesiones de esa naturaleza pueden, no ya acabar con la carrera deportiva, sino provocar la muerte.

¿Cuál es la peor lesión que le puede suceder a un jugador dentro del campo?
Hoy en día, las lesiones que pueden apartar a un deportista de la práctica del deporte pueden ser, por ejemplo, una fractura osteocondral (platillo tibial, un condrio hundido, un astrágalo hundido...) son lesiones que imposibilitan la práctica del fútbol o del baloncesto.

Usted estuvo en los dos lados. ¿Cómo ve al médico un deportista?
En mi época el médico era alguien muy cercano, muy querido. En el momento actual, la alta competición nos hace ir como en AVE, a toda velocidad, y deja poco tiempo para ese trato, esa intimidad. Además hay mucho jugador extranjero y muchos que llegan y se van rápido. Pero yo percibo, y ese es uno de los motivos por los que sigo aquí, un cariño enorme de los deportistas hacia los médicos.

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