domingo, 20 de septiembre de 2015

Cuando fracasar conduce al éxito

(Diario El Inefable) Hay ocasiones en que un fracaso se convierte en un éxito de dimensiones insospechadas; así sucedió en 1958 cuando, tratando de encontrar un nuevo anticonceptivo, se descubrió el tamoxifeno, una  sustancia de potente efecto antiestrogénico, pero que carecía de eficacia contrastada como anticonceptivo. A punto estuvieron de desechar tal descubrimiento, pero el Dr. Arthur Walpole, un endocrinólogo del equipo investigador, se dio cuenta que este producto podía combatir el desarrollo de algunos tumores de mama causados por los propios estrógenos del cuerpo humano. Estudios posteriores realizados en el Hospital Christie, de Manchester, confirmaron su eficacia y llevaron a su lanzamiento internacional a comienzos de los años 70. Durante muchos años ha sido no sólo el producto de referencia en la lucha contra el cáncer de mama, sino el producto más ampliamente utilizado en todo el mundo para su tratamiento e incluso, más recientemente, para su prevención.´De esta forma, el descubrimiento de un pésimo anticonceptivo se convirtió en uno de los más grandes éxitos en la historia de la Medicina.

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