jueves, 23 de junio de 2016

Uno de cada cinco personas padece ERGE

(AZprensa) Uno de cada cinco españoles sufre enfermedad por reflujo gastroesofáfico (ERGE), cuyos síntomas de ardor y acidez y dificultan la calidad de vida. Esta enfermedad se produce como consecuencia de la relajación o debilidad del músculo que une el estómago con el esófago, responsable del paso de los alimentos. “Si es débil o se relaja demasiado cuando el estómago está muy lleno, se favorece el ascenso de los ácidos gástricos hacia el esófago, que puede verse dañado al no estar acostumbrado a soportar un PH tan bajo, y eso puede dar lugar a síntomas molestos”, afirma el doctor Enrique Rey, jefe de servicio del Hospital Clínico Universitario San Carlos. Aparecen en un 10% de la población al menos una vez a la semana. Por ello, “es importante proteger el esófago de ese daño producido por el contenido ácido del estómago”, destaca.

El síntoma más frecuente de la ERGE es la pirosis, “la sensación de ardor o acidez en la boca del estómago o en el centro del pecho”, indica este especialista en digestivo. Otros problemas que se asocian con la ERGE son el sabor ácido en la garganta, el dolor de estómago, en el pecho y al tragar, dificultad para tragar o atragantamientos, faringitis crónica, tos crónica, ronquera y asma, regurgitación de alimentos, neumonía, sinusitis crónica y despertarse con sensación de ahogo.

Los síntomas pueden ocasionar un deterioro en la calidad de vida. Así, afecta a la alimentación puesto “que los pacientes deben controlar mucho lo que comen, sobre todo evitar las grasas, chocolates, menta, café, bebidas con gas, tomates o cítricos, que pueden contener ácidos que dañen al esófago”, afirma. Por otro lado, “es muy importante el control de peso ya que, tanto el sobrepeso como la obesidad, son los principales factores de riesgo y se ha demostrado que cuando se adelgaza se obtiene un alivio importante”. También es aconsejable no comer grandes cantidades de comida, así como la práctica de ejercicio físico, vestir ropa amplia que no oprima el abdomen y evitar el consumo de alcohol y tabaco.

Los pacientes también tienen problemas para conciliar el sueño: “Existe un importante número de personas que además de sufrir los síntomas después de comer, también van a presentar reflujo por la noche al estar tumbados, de ahí que haya que evitar acostarse inmediatamente después de las comidas”, expresa el doctor Rey. Son habituales los despertares nocturnos y el no tener un sueño reparador, añade. También el insomnio puede actuar como factor de riesgo a tener en cuenta.

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