sábado, 30 de julio de 2016

El fin del mundo se retrasa

(AZprensa) La última profecía para el fin del mundo, aunque con menor impacto mediático que las anteriores, la fijaba para este 29 de julio de 2016. Afirmaban que se cambiaría bruscamente la rotación de la Tierra y con ello se produciría un cataclismo capaz de acabar con la vida sobre nuestro planeta. Como vemos, nada de esto ha sucedido, y por ello los expertos han hecho un breve repaso para desmontar estas ideas recurrentes.

Estas son las formas más habituales en que nos dicen que se acabará el mundo y las explicaciones que la NASA ha hecho publicas al respecto:

Teoría del cambio polar
Se dice que la Tierra hará una rotación de 180 grados alrededor del núcleo en cuestión de días o de horas. Sin embargo, una reversión en la rotación de la tierra es imposible, aunque sí es cierto que hay movimientos lentos de los continentes (por ejemplo la Antártida estaba cerca del Ecuador cientos de millones de años atrás). Hay quienes afirman una relación entre la rotación y la polaridad magnética de la tierra, que cambia de forma irregular, con una inversión magnética que tienen lugar cada 400.000 años en promedio. Lo que sabemos, es que tal inversión magnética no causa ningún daño a la vida en la tierra. Además, los científicos creen que una inversión magnética es muy poco probable que suceda en los próximos milenios.

La llegada del planeta Nibiru
Según esta teoría, Nibiru, un supuesto planeta descubierto por los sumerios, se dirige hacia la tierra. Esta catástrofe fue predicha inicialmente para mayo de 2003, pero cuando no pasó nada, la fecha del fin del mundo se trasladó a diciembre de 2012 y se vinculó al final de uno de los ciclos en el antiguo calendario Maya. Seguramente que la fecha de la supuesta llegada se trasladará otra vez más adelante.

Pero ¿existe ese planeta?
No hay ninguna base objetiva para estas afirmaciones. Si Nibiru o el planeta X fueran reales y se estuvieran acercando, los astrónomos los habrían detectado. El que sí existe es Eris, pero es un planeta enano similar a Plutón que permanecerá en el sistema solar exterior y lo máximo que se acercará a la Tierra será 6.400 millones de kilómetros (más lejos aún que Plutón).

La llegada de un gran meteorito
La Tierra siempre ha sido objeto de impactos de cometas y asteroides, aunque sin grandes consecuencias en los últimos millones de años. El último gran impacto fue hace 65 millones de años, y condujo a la extinción de los dinosaurios. Hoy los astrónomos de la NASA están llevando a cabo un estudio llamado la encuesta de Spaceguard para encontrar cualquier grandes asteroides cercanos a la tierra muchos antes de que lleguen. Ya hemos determinado que hay no hay amenaza de asteroides tan grandes como aquél.

Efectos de la alineación de los planetas
No hay grandes alineaciones planetarias previstas para las próximas décadas pero, incluso si estas se produjesen, sus efectos sobre la Tierra serían insignificantes. Una alineación mayor ocurrió en 1962, por ejemplo, y otras dos durante 1982 y 2000. Además, cada diciembre la Tierra y el Sol se alinean con el centro de la Galaxia Vía Láctea, y esto no tiene ninguna consecuencia.

El peligro de las tormentas solares
La actividad solar tiene un ciclo regular, con picos de aproximadamente cada 11 años. Cerca de estos picos de actividad, las llamaradas solares pueden causar alguna interrupción de comunicaciones por satélite, aunque los ingenieros están aprendiendo a construir dispositivos capaces de resistir estos efectos.

1 comentario:

Helena Saenz dijo...

Me entere de ese evento al día siguiente que se supone sucedió, la verdad si fue muy patético el modo en que quisieron viralizarlo, no tuvo efecto XD