martes, 9 de agosto de 2016

La urticaria a frigore y el test del cubito de hielo

(AZprensa) En los meses de verano también pueden aparecer reacciones alérgicas al frío, por ejemplo como consecuencia de baños en agua fría, el contacto con objetos congelados o la ingestión de alimentos o bebidas frías. “Se caracteriza por picor, ronchas e hinchazón en la zona al entrar en contacto con temperaturas bajas. Aparece de forma inmediata y desaparece entre 30 minutos y dos horas siguientes a la reacción, cuando la piel se calienta de nuevo”, explica la doctora Mercedes Escarrer, miembro del Grupo de Trabajo de Dermatitis Atópica y Alergia Cutánea de la SEICAP.

Este tipo de reacciones alérgicas representan el 3% de las urticarias crónicas, según datos de SEICAP y, según un estudio de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) la urticaria a frigore se produce con más frecuencia durante o después de la inmersión en el agua e incluso puede suponer una amenaza para la vida.

En estos casos se aconseja evitar los cambios bruscos de temperatura y llevar la medicación adecuada. “Deben evitarse situaciones de riesgo como zambullirse de golpe en agua fría, lanzándose a la piscina o al mar, y no tomar bebidas frías, cubitos de hielo o helados”, aconseja la doctora Escarrer.

Para su diagnóstico, la prueba más utilizada es el test del cubito de hielo que consiste en aplicar hielo, de manera controlada y envuelto, en el antebrazo del niño durante 5 minutos y pasados 10 observar si se produce reacción. “La prueba es sencilla, pero debe realizarse de manera controlada y en la consulta del especialista, ya que es él quien debe interpretar de manera correcta la reacción y evitar que se produzcan quemaduras con el hielo”, advierte. Para el tratamiento se utilizan antihistamínicos como hidroxicina o cetirizina.

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