sábado, 15 de octubre de 2016

Decaimiento otoñal

(AZprensa) Con la llegada del otoño y el menor número de horas de luz “el organismo sufre una alteración de los ritmos circadianos y altera la producción de endorfinas, serotonina, melatonina y otras sustancias del sistema nervioso. Esto puede provocar una sensación de decaimiento físico e intelectual, así como cansancio”, indica el doctor Miguel Martín Almendros, coordinador del Grupo de Trabajo de Fitoterapia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). Además, suele acompañarse de apatía, falta de energía y concentración, irritabilidad o incluso insomnio y pérdida de apetito.

Entre los consejos para hacer frente a este período de adaptación resulta fundamental el seguimiento de una dieta rica en vitaminas y minerales, equilibrada y sana, que permita un buen funcionamiento del sistema inmunitario.

En cuanto a la dieta, “conviene destacar que las frutas y verduras aportan una buena cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes que son imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo en esta época del año”, indica Jesús Román, presidente del comité científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA). Además, conviene realizar cinco ingestas diarias, y tener siempre presentes en nuestros platos los alimentos básicos de la dieta mediterránea: hortalizas cocinadas y crudas, pescado, legumbres, aceite de oliva virgen, frutos secos, etc. Algunas frutas y verduras de otoño que pueden resultar especialmente beneficiosas como las granadas o manzanas, las coles o la calabaza. 

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