lunes, 2 de enero de 2017

Hacer más grande esta señal puede salvar vidas

(AZprensa) Profesionales sanitarios y de tráfico reunidos en el Colegio de Médicos de Cantabria han pedido que se de más visibilidad al pictograma que advierte, en los envases de los medicamentos, sobre los riesgos que estos pueden tener sobre la conducción. Actualmente, en aquellos medicamentos cuya toma puede ser peligrosa para la conducción, se inserta en el envase una señal triangular de color rojo con un coche en su interior y la leyenda “Conducción: ver prospecto”, la cual debe tener un tamaño mínimo de 10 milímetros. El problema es que en los medicamentos que afectan a la capacidad de conducción sí se inserta esta advertencia pero por regla general en el tamaño mínimo exigido.

Por esto, desde el Colegio de Médicos de Cantabria, se ha pedido que se aumente dicho tamaño para que llame más la atención y no pase desapercibido por quienes tomen esos medicamentos. Además, habría que establecer tres categorías –ya que no todos los fármacos producen los  mismos efectos- que serían: la primera (amarillo) resaltando que hay que tener cuidado; la segunda (naranja) destacando la necesidad de tener mucho cuidado; y la tercera (en rojo) advirtiendo claramente del peligro que supone conducir.

Aunque este pictograma no prohíbe legalmente la conducción, si recuerda que es recomendable leer las recomendaciones del prospecto relativas a la conducción, y es que muchos medicamentos pueden provocar un efecto sedante, temblores o producir alteraciones oculares, auditivas y vértigos.

Como explicó en esta reunión el presidente del Colegio de Médicos de Badajoz, Pedro Hidalgo, los medicamentos que potencialmente pueden afectar a la capacidad de la conducción son los ansiolíticos, antidepresivos, tranquilizantes, colirios o pomadas oftalmológica y anticatarrales y antihistamínicos, aunque hizo hincapié a tener en cuenta también algunas de las planta medicinales como la valeriana, lúpulo, melisa y parsiflora, pues tienen efectos depresores del sistema nervioso central y pueden interferir con una adecuada capacidad de la conducción.

Si se aumentase el tamaño de esa señal de advertencia en los envases de medicamentos (de aquellos que alteran la capacidad de conducción) se podría reducir el número de accidentes de tráfico y de muertes y producidas por esta causa. Actualmente, por ejemplo, se tiene constancia de que el 11,4 por ciento de los conductores que fallecieron en accidente de tráfico habían dado positivo a psicofármacos.

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