viernes, 26 de abril de 2024

No es ciencia ficción, es Enfermería

(AZprensa) Cada vez son más los profesionales de Enfermería que se van a trabajar a otros países, y uno de los más atractivos es Noruega que ya supera en interés al Reino Unido.
 
Ya sé que todos dicen (incluso los que se van y son felices allí) que se gana más dinero pero la vida es más cara. Por eso no me centraré en los sueldos que pueden oscilar entre 3.500 y 4.700 euros al mes; ni en la facilidad para encontrar trabajo (sobre todo en el norte en donde hay más demanda y además la luz es casi regalada); ni en los cursos de idiomas y adaptación al país que dan a los recién llegados; ni a las facilidades de alojamiento sobre todo al principio o a los que aún no tienen contrato indefinido; ni a que se trabajen 37,5 horas semanales a razón de 22 euros la hora (y los festivos más); ni…
 
No, no me voy a centrar en eso, sino en el aspecto profesional tal como lo destacan algunos profesionales de Enfermería que ya están trabajando en aquel país:
 
“La ratio habitual es de 2 a 3 pacientes por enfermera o como mucho 4 ó 5 pero no graves”. Paula Santana.
 
“Los médicos nos escuchan y nos consideran una parte esencial porque somos quienes más tiempo pasamos con los pacientes en el día a día”. Charles Sánchez.
 
“El enfoque de cuidado al paciente como persona es absolutamente un cuidado integral, tener tiempo para tomarte un café con él, saber cómo se siente, qué le gusta, qué piensa… Todo esto ayuda mucho a la recuperación”. Aroa Couto.
 
No hablamos de salarios, ni de estabilidad laboral, sino de amor a la profesión que se ha estudiado. Porque si de verdad te gusta tu profesión, en Noruega te sentirás profesionalmente realizado, con medios, con formación y, sobre todo, con reconocimiento.
 
Fuente.- L. Belenguer (20 minutos).
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

jueves, 25 de abril de 2024

No le deis más vueltas

(AZprensa) El presidente Pedro Sánchez está convirtiendo España en una República bananera y aspira a convertirla en una dictadura personal en donde el poder político y el de los jueces dependan sólo de él.
 
Alguna vez un Presidente ha dimitido en algún país, pero nunca ha dicho a la nación “me voy a tomar unos días para ver si dimito o no”. En España, Adolfo Suárez dimitió, pero no dijo “me lo estoy pensando”, y claro que lo debió estar pensando varios días, pero no lo pregonó a los cuatro vientos para hacerse la víctima.
 
En consecuencia, no te esfuerces en pensar qué dirá el lunes, porque ya te lo digo yo aquí:
 
1.- No va a dimitir. Va a seguir aferrado a su puesto.

2.- Estos 5 días de “asuntos propios” que se ha tomado, no son para pensar sino para destruir facturas y borrar archivos de móviles y ordenadores.

3.- Va a salir reforzado con su imagen de “víctima” de una conspiración.

4.- Su mujer y él mismo son inocentes, sin necesidad de que se celebre ningún juicio, que no se celebrará. (Yo sí celebraría que se celebrase tanto en este caso como en todos los demás en donde haya pruebas o indicios de políticos corruptos).

5.- La derecha y la ultraderecha (¿por qué no oímos nunca hablar de “ultraizquierda”, porque si a Vox le llaman ultraderecha, también a Sumar, Podemos, Bildu, etc. les deberían llamar ultraizquierda?) son culpables sin necesidad de que se celebre ningún juicio.

6.- Cuanto más tiempo esté en el poder (concediendo a sus apoyos parlamentarios todo lo que le pidan a cambio, sin importarle si eso es bueno para España), más controlados tendrá a los jueces y, controlados estos, su permanencia en el poder será eterna.
 
Así que ya lo sabéis, dejaros de tantas elucubraciones porque a este no lo despegan del poder ni con lejía.

PD.- ¡Qué suerte tengo de ser viejo y de que me queden –estadísticamente- pocos años de vida; porque los que sois jóvenes tenéis un futuro muy negro.


Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

Las cotorras han ganado la guerra

(AZprensa) La guerra declarada por el Ayuntamiento de Madrid a las cotorras argentinas que habían invadido la ciudad y sus alrededores ha terminado… con la rendición del Ayuntamiento. Las cotorras han ganado la guerra. Cierto es que su ejército ha sufrido bajas aunque no sabemos a ciencia cierta cuántas. Dice el Ayuntamiento que su población se ha reducido de 13.000 a 10.000 ejemplares, pero no saben explicar cuántas han muerto a causa de los disparos realizados por los mercenarios contratados por el Ayuntamiento ni por cualquier otra causa; sólo presumen de haber tirado unos cuantos nidos que había cerca de las viviendas, lo cual sólo tiene el efecto real de que hacer que las cotorras se vayan a otro árbol a construirlo de nuevo; tampoco dicen a cuántos machos han esterilizado ni cuántos huevos han esterilizado; pretenden –por tanto- que nos creamos que han ganado ellos y que las 10.000 cotorras (según dicen ellos) que quedan, ya no representan ningún problema. Pero… prepárate a reírte…
 
El Ayuntamiento ha reconocido que ya no pagará mercenarios para acabar con ellas, en su lugar tomará estas medidas:
 
1.- “Programas de educación ambiental: promover la conciencia sobre el impacto de las especies invasoras en el ecosistema urbano y fomentar prácticas responsables por parte de la comunidad”.
En otras palabras: Gastar dinero para impartir cursos de urbanidad y buenas costumbres, aunque no sabemos si estos cursos irán dirigidos a las cotorras o a los ciudadanos para que se acostumbren a convivir con ellas.
 
2.- “Control de natalidad: implementar técnicas de esterilización de huevos o captura de ejemplares reproductores para reducir la tasa de reproducción de las cotorras”.
En otras palabras: Gastarse dinero en trepar a los árboles para esterilizar huevos y capturar los machos más sementales (no dicen cómo distinguirlos a esos de los otros machos más normalitos) para esterilizarlos. No dicen tampoco cuánto cuesta cada una de esas intervenciones quirúrgicas de esterilización de los supermachos ni si eso aumentará las listas de espera… en los centros veterinarios.
 
3.- “Fomento de hábitats alternativos: crear espacios adecuados para las cotorras en áreas designadas, como parques urbanos, para disminuir su presencia en zonas residenciales”.
En otras palabras: Gastar dinero en crear nuevos parques y/o reservar áreas de la ciudad con mucho arbolado para que las cotorras se vayan a vivir allí, aunque no explican cómo se lo van a decir a las cotorras ni cómo las van a convencer para que se muden de barrio (¿les harán alguna oferta de rebaja del IBI, les diseñarán un Plan Vivienda cotorril? Y tampoco dicen qué van a hacer si las cotorras pasan del Ayuntamiento y siguen campando a sus anchas por donde les apetezca.
 
4.- “Monitoreo continuo: realizar seguimientos periódicos de la población de cotorras y evaluar la efectividad de las medidas de control implementadas”.
En otras palabras: Gastar dinero en empleados para que hagan recuento constante de su población y comprueben si las medidas del Ayuntamiento sirven para algo o si las cotorras siguen volando a su libre albedrío.
 
5.- “Colaboración con expertos: trabajar en conjunto con biólogos, ornitólogos y otras instituciones especializadas para desarrollar estrategias más efectivas y éticas de gestión de las cotorras”.
En otras palabras: Gastar más dinero en reuniones y “expertos” contratados para seguir inventando paridas que no sirven para nada, pero dan la impresión de que están haciendo mucho.
 
En resumen: Aunque el Ayuntamiento se niegue a reconocerlo, las cotorras han ganado la guerra. Desde aquí invitamos a rezar una oración por aquellas que han muerto abatidas por los mercenarios francotiradores contratados, y trasladamos nuestra solidaridad con aquellas otras que han perdido su hogar porque les han tirado el nido. En el primer caso, las bajas de guerra serán rápidamente sustituidas por nuevos polluelos que nacerán en esta espléndida primavera; y en el segundo caso, los nidos derribados ya los han levantado las cotorras en otros lugares. Por eso, cuando oigas cantar a las cotorras y veas su precioso plumaje verde revoloteando por los jardines, piensa en cuán inútiles son los humanos (sobre todo los que se dedican a la política) y cómo un simple pájaro es más listo (y más guapo) que todos nosotros.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

miércoles, 24 de abril de 2024

Florentino es el que manda en la Comunidad de Madrid

(AZprensa) Tanto meterse la oposición con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y no se han dado cuenta de que quien manda de verdad en esta Comunidad es el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. Tanto es así, que basta una simple llamada telefónica suya para que inmediatamente se pongan todos a sus órdenes, tal ha sido el caso de lo que se ha bautizado como la “Ley Mbappé” que se está tramitando.
 
Esta Ley eliminará el IRPF autonómico para los extranjeros que se instalen en la capital de España y lleven a cabo inversiones, y parece hecha a medida del jugador francés Mbappé que sigue negociando con el Real Madrid sus emolumentos y como el club blanco no puede llegar a pagarle tanto como ganaba en Francia, opta por la vía de ahorro en impuestos para convencerlo.
 
El sueldo que se baraja para este jugador estaría en torno a los 60 millones de euros brutos al año y, con esta Ley, sólo pagará un 2% más de IRPF de lo que pagan por este mismo concepto los trabajadores que ganan entre 12.000 y 18.000 euros brutos al año.
 
Pero es que si echamos la vista atrás, encontramos que en el año 2005 se aprobó otra Ley, llamada “Ley Beckham” (¡vaya, curiosamente otro jugador que había fichado por el Real Madrid!) que consistía en un régimen fiscal que permite a los extranjeros que se trasladan a España a trabajar pagar una cuota fija de IRPF del 24% independientemente de los ingresos.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

La primavera, el ánimo altera

(AZprensa) La astenia primaveral, un fenómeno caracterizado por la fatiga, falta de energía y cambios de humor, afecta a un número considerable de personas durante esta época del año. Aunque no se clasifica como un trastorno médico en sí mismo, sus síntomas pueden impactar significativamente en el bienestar y la calidad de vida de quienes lo experimentan.
 
¿Qué factores alteran el estado de ánimo?
 
Desregulación emocional: El cambio estacional puede afectar directamente a las emociones, apareciendo sentimientos como la melancolía o la irritabilidad, que contribuyen a la fatiga y al malestar anímico. Este fenómeno es especialmente notable en mujeres, debido a que el ciclo menstrual puede verse también alterado.
 
Expectativas sociales: Después de los meses de invierno, la llegada de la primavera puede generar expectativas de mayor actividad social, lo que conlleva a que se creen situaciones de estrés y presión. Este agobio se puede exacerbar sobre todo en estudiantes que se encuentren preparándose para exámenes importantes o para aquellos individuos con preocupaciones financieras.
 
Cambios estacionales: La transición de climas oscuros y fríos a temperaturas más cálidas puede alterar los ritmos circadianos y afectar el estado de ánimo y la energía. Esta desregulación puede conducir a una peor calidad del sueño y una mayor fatiga.

Pautas para paliar estos síntomas
 
Autocuidado: Dedicar tiempo a actividades que promuevan el bienestar físico y emocional es fundamental. Es importante identificar aquello que “nos hace bien” y dedicarle mayor tiempo.
 
Rutinas consistentes: Establecer horarios regulares de sueño, mantener una alimentación saludable y practicar ejercicio regular puede contribuir a estabilizar los ritmos circadianos y reducir la fatiga.
 
Atención plena: Practicar técnicas de relajación como la meditación puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
 
Apoyo social: Conectar con amigos, familiares o grupos de apoyo puede proporcionar un sistema de soporte emocional durante momentos de fatiga y malestar.
 
Y con respecto a este último punto, se debe aclarar que la frase “conectar con amigos, familiares o grupos de apoyo” no se refiere a mandar un WhatsApp o chatear un rato; se refiere a mantener contacto personal con otras personas, mirarlas a los ojos, escucharlas, interesarnos por ellas, sentirlas cerca y tocarlas para comprender que todas esas personas y también nosotros mismos somos personas reales y no unos simples algoritmos manejados en las redes sociales por la Inteligencia Artificial.
 
Fuente.- Clínica Salud en Mente.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.