lunes, 25 de marzo de 2013

Espasmo visual genitourinario


Para que un medicamento triunfe en el mercado no basta con que sea eficaz y bien tolerado, necesita otras muchas cosas, entre ellas un buen nombre de marca, una fuerte personalidad y diferenciación, y un mercado concreto de indicaciones en donde destaque sobre los competidores. Todo eso lo tenía el clorhidrato de flavoxate, comercializado como Genurín por laboratorios Latino. Desde luego el nombre de marca no podía ser más apropiado (aparte de corto, fácil de pronunciar y de recordar, etc.) ya que Genurín estaba indicado para el espasmo genitourinario. Más fácil de recordar, imposible.

Se trataba de un nuevo antiespasmódico para las afecciones genitourinarias, sin efectos secundarios, que eliminaba los síntomas más frecuentes de las afecciones de la pelvis menor: disuria, tenesmo, polaquiuria, nicturia, incontinencia y dolor suprapúbico.

Para su lanzamiento se creó un folleto muy especial que, a los cuatro colores tradicionales, añadía el de una película de plata que formaba líneas quebradas concéntricas de tal forma que cada vez que se movía ligeramente dicho folleto la imagen reverberaba; se había conseguido un “espasmo visual genitourinario” tal como muestra la portada adjunta, aunque aquí no podamos ponerla en movimiento, de eso se encargaba el visitador médico cuando presentaba el producto al médico...

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