miércoles, 6 de marzo de 2013

Una obra de arte de la dermatología


Por más que fuese un producto antiguo, Ecomitrin 40 era una auténtica obra de arte de la dermatología por su eficacia y perfección cosmética. Una vez finalizada la campaña de los puzzles (“Una ‘pieza’ fundamental en las dermatitis...”) iniciamos otra nueva campaña toda vez que los resultados de ventas acompañaban y el producto merecía continuar ostentando el primer o segundo lugar en cuanto a prioridad a la hora de elegir los productos que debía trabajar el visitador médico en la visita médica.

Como estábamos convencidos que el producto era una obra de arte, así transformamos sus indicaciones, con esta imagen real transmutada en lienzo artístico pero deteriorado, tal como está la piel a causa de las afecciones dermatológicas. Por otra parte, según veía en los estudios de prescripción médica de IMS, la acción antipruriginosa era una de las más deseadas por el médico a la hora de recetar estos productos; por ello destacamos que “el prurito es vía de infección”. Por eso, y aun cuando se tratase de dermatitis no infectadas, explicábamos al médico que las dermatosis constituyen un elemento potencial agresor de la piel que deteriora la misma y facilita la infección de dichas lesiones.

Con el más amplio espectro dermatológico del mercado, Ecomitrin 40 proporcionaba un contacto inmediato y una acción antibacteriana en el mismo foco lesional, al llevar incorporados sus principios activos en la superficie de la parte acuosa de la crema. Como consecuencia, en el interior del folleto se ofrecía la misma imagen de portada, sin embargo ahora lo que se veía era un cuadro perfectamente restaurado, tal como Ecomitrin 40 hacía con la piel dañada...

No hay comentarios: