jueves, 6 de junio de 2013

Normalizar el trofismo de los tejidos

Todos los tejidos (hueso, músculo, miocardio, arterias, piel, sistema nervioso...) veían normalizado su potencial trófico y regeneración con el tratamiento con Dinatrofón, un medicamento del que se afirmaba que “realmente construye tejido” y así lo había demostrado no sólo en la clínica sino también histológicamente a través de la experimentación animal.

El trofismo de un tejido depende estrechamente del estado anatómico-funcional de sus capilares y de las fibras nerviosas que lo inervan, y esos efectos reparadores hísticos de Dinatrofón eran consecuencia de la regeneración neurovascular inducida por el medicamento. Tan amplio era el abanico de sus indicaciones que se presentaba a todas, absolutamente todas, las especialidades. Para ello realizaba series de folletos que a través de una clave de color en la portada permitían al visitador médico elegir el adecuado a cada especialidad aun cuando las portadas fuesen idénticas. Dentro, sin embargo, se adecuaba a la especialidad concreta de que se tratase, especificando las indicaciones correspondientes y los efectos que este medicamento iba a proporcional para el tratamiento de las mismas. Así, por ejemplo, en el caso de la retinopatía (diabética o hipertensiva), se decía que “reduce los exudados, las hemorragias y evita la esclerosis”.


También se realizaban dípticos con solapa que llevaban en el interior de la portada las propiedades generales, mientras que la solapa se aprovechaba para introducir en ella una separata o un tarjetón con las indicaciones y puntos promocionales específicos del producto en la citada indicación o especialidad médica. De esta forma se economizaba al hacer una gran tirada del díptico común a todas las especialidades para incluir después tiradas ya más pequeñas de tarjetones o separatas específicas. La imagen que acompaña este post muestra esa carpeta. En el exterior lleva la leyenda común “Una actividad demostrada en su especialidad” y una imagen que muestra sucesivamente diversos tejidos, desde los epiteliales hasta el hueso, si bien se trata de alegorías ya que las superficies representadas son de mármol (símil de superficie de la piel), pasta de jabón con raíces teñidas (símil de tejido vascular) y esponja natural (símil de hueso osteoporótico). En el interior, un ejemplo del díptico con solapa, conteniendo un tarjetón específico de retinopatía...

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