viernes, 30 de agosto de 2013

Del “merger” al “demerger”

Mientras tanto, los planes iniciales de la multinacional por dividir el mundo en grandes áreas geográficas que serían consideradas como unidades de negocio en donde quedarían centralizados todos los negocios del grupo (una de esas “unidades geográficas” iba a ser “Iberia”) se vinieron al traste y decidieron justo todo lo contrario: en vez de unidades geográficas para agrupar todos los negocios, se harían unidades por tipo de negocio que integrarían a dichos tipos de negocio cualquiera que fuera el país en que se desarrollasen. Esto significaba en la práctica la desaparición de ICI España y por lo tanto estaba de más la figura de Alfredo Rubín. Sin embargo, no eran aquellos tiempos de tratar a la gente como números y de despedir sin más motivo que el capricho o la ineficacia de gestión del superior, y por ello le buscaron un acomodo digno y ese fue el de presidente de ICI Farma ya que tocaba edad de jubilación para su hasta entonces director general.

Yo había cumplido ya 10 años en el sector agroquímico, me había realizado en el mundo de la comunicación general, sentía de nuevo la llamada del sector farmacéutico... y allí tenía ahora a una persona que me conocía perfectamente. Así que ni corto ni perezoso (era Navidad) le envié una felicitación de Navidad muy especial: estaba toda ella escrita en inglés y le explicaba que me había preparado, que ahora ya sabía hablar inglés (tal como podía leer), y que estaba dispuesto a trabajar con él si así lo quería.

Los acontecimientos se sucedieron entonces muy deprisa. Rubín me llamó y me dijo que se alegraba mucho y lo tendría en cuenta. Poco después, me volvía a llamar para decirme que en marzo de ese año el grupo ICI se dividiría en dos, por una parte se quedaría la parte química (que se seguiría llamando ICI) y por otra se crearía un nuevo grupo para la parte de biociencia, que se llamaría Zéneca. Era la oportunidad ideal para contar en el sector farmacéutico con mis servicios, pero primero tenía que hablarlo con mi actual director Enrique Portús. Así lo hablaron y no hubo ningún problema en que yo cambiase de empresa dentro del mismo grupo.

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