domingo, 23 de febrero de 2014

Enfermedad y buen humor

El buen humor es una ayuda para superar todas las circunstancias adversas de la vida. Pero incluso en las situaciones más trascendentales que afectan a la salud, el humor es una receta infalible para recobrar el ánimo y afrontar positivamente las dificultades.

Si todas las personas deberían llevar un estilo de vida lo más saludable posible, en el caso de los hipertensos –por ejemplo- esto es más obligado aún. La hipertensión arterial obliga a quien la padece a una atención más seria sobre sus hábitos de vida, alimentación, ejercicio, etc., que debe observar durante toda su vida junto con el correspondiente tratamiento farmacológico.

Para muchos pacientes será duro aceptar las indicaciones de los médicos, con sus dietas que obligan a comidas sin sal, abandonar el tabaco, restringir el consumo de alcohol, vigilar el peso... pero la primera actitud favorable será aceptar el nuevo régimen de vida con una buena dosis de humor. De todos es conocida la importancia que una actitud positiva y optimista tiene en la vida de las personas.

Si como se dice, la palabra amable y comprensiva es capaz de curar, ¿qué no hará la sonrisa?
Sirvan como ejemplo aquellas palabras que le dirigió un paciente a su médico:
-         ¿Y usted, doctor, no hace régimen? –le preguntó el paciente.
-         Es que yo acostumbro a ir a la consulta de otro médico más liberal –le contestó.

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