El doctor Michael Reinstein, de la Fundación Forest, de
Chicago (Estados Unidos), fue uno de los primeros en darse cuenta que la
quetiapina no producía ganancia de peso en los pacientes con esquizofrenia. Así
se dedujo de un estudio que realizó sobre 65 pacientes en los que la
sustitución de parte de la clozapina que recibían como tratamiento de la
esquizofrenia, por quetiapina, indujo una pérdida media de 4,5 kilos de peso.
La observación de que quetiapina inducía pérdida de peso y
mejoraba el control glucémico en los pacientes que habían aumentado de peso y
desarrollado diabetes mientras tomaban clozapina fue algo inesperado y les
animó a realizar este estudio de 10 meses de duración.
Todos los pacientes de este estudio redujeron peso y el 20
por ciento de los que habían desarrollado diabetes mientras estaban en
tratamiento con clozapina, presentaron una mejora significativa al ser tratados
con quetiapina.
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