domingo, 31 de agosto de 2014

Sudar cuesta un riñón

“El calor no afecta directamente al riñón, produce alteraciones que tienen consecuencias sobre el riñón. Por ejemplo, una vasodilatación intensa (enrojecimiento de la piel) puede llegar a bajar la tensión”, así lo comenta el Dr. Francisco Ortega, del Servicio de Nefrología del Hospital Central de Asturias, al repasar diversas cuestiones típicas de la época veraniega.

“Las personas, al sudar, perdemos agua y electrolitos. Los ancianos, sobre todo, son más susceptibles a deshidratarse porque tienen menos volumen de agua en su cuerpo. La deshidratación hace que baje el volumen circulatorio, llegue menos sangre a los riñones y sus células empiecen a morir”.

“Los pacientes con insuficiencia renal crónica deben tener cuidado porque el sol les seca la piel, deshidratándola. Aparece entonces el prurito o picor. Después de tomar sol es necesario ponerse una crema hidratante. Las personas trasplantadas, como reciben medicaciones inmunosupresoras, también deben tener mucho cuidado con el sol, ya que poseen más tendencia a la aparición de tumores. Es, por tanto, recomendable exponerse poco al sol o hacerlo por tiempos limitados y siempre con protección solar”.

En opinión del Dr. Ortega, “hay que tener cuidado con las bebidas gaseosas, ya que si se beben burbujas se toma también bicarbonato y sodio. Es mejor beber agua. También es bueno el té. Respecto a los zumos, hay que beberlos con cuidado, ya que tienen potasio. Los zumos naturales tampoco son muy recomendables debido al potasio”.

Según el Dr. Fernando Álvarez-Ude, director Médico del centro de hemodiálisis “Los Olmos” de Segovia, “los helados de chocolate, turrón, nata, etc. deben evitarse o reducirse porque tienen potasio o porque al tener mucho azúcar aumentan la sed. Los polos (hielo con colorante) se aconseja sean de pequeño tamaño y que tomen uno o dos al día (son ideales los hechos en casa con agua y zumo de limón).

En cuanto a la cantidad de hielo a tomar en verano, comenta que “no hay límites a la práctica de saborear hielo o poner hielos en los refrescos, salvo los que dicta la conveniencia de no ingerir demasiado líquido”.

Medicamentos y calor
“Los efectos del calor pueden sumarse a los efectos de la medicación que toman los pacientes renales. Los medicamentos antihipertensivos, al bajar la tensión arterial, deben manejarse con más cuidado cuando hace mucho calor. Hay medicaciones que producen fotosensibilidad y favorecen los efectos de los rayos de sol sobre las personas”.

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