martes, 14 de julio de 2015

El paciente crónico, piedra angular en los cambios del sistema sanitario

(El Inefable) Según el Dr. José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), “la farmacia del hospital debe adaptarse a los cambios tan drásticos que se están produciendo en el entorno social y sanitario debido principalmente a la revolución tecnológica, y al cambio en el perfil demográfico de los pacientes, el patrón de morbimortalidad y el nivel de exigencia que demanda la sociedad”.

Porque si hay algo en lo que coinciden todos los profesionales de la salud es en que los retos que plantea el paciente crónico hacen que sea indispensable dar respuesta a sus necesidades, tanto desde el punto de vista asistencial como para garantizar la sostenibilidad del SNS en un entorno de presión constante sobre los costes. En este contexto, las claves del éxito pasan por dotar o formar en cada servicio de farmacia hospitalaria (FH), al menos a un profesional en la atención al paciente crónico así como establecer alianzas entre los farmacéuticos especialistas en FH con otros profesionales y con los pacientes para garantizar la calidad y la continuidad de la atención y conseguir un paciente corresponsable con su salud. 

Este mismo perfil de paciente suele acudir a los denominados centros sociosanitarios cuando no puede ser atendido en su domicilio. Estos centros constituyen un recurso de atención sanitaria entre la atención primaria y especializada para pacientes geriátricos y dependientes que presentan graves patologías. Es importante potenciar la participación de los farmacéuticos de hospital en este tipo de centros para facilitar el acceso a medicamentos de uso hospitalario, con el fin de evitar ingresos y como coordinadores de la continuidad fármaco-terapéutica de los pacientes entre los diferentes niveles asistenciales. Según el estudio EARCAS (2011), el 25% de los problemas relacionados con la seguridad de los pacientes son debidos a errores de la medicación y efectos secundarios derivados de la propia iatrogenia de los fármacos.

La evidencia sugiere que un paciente activo, experto, será una parte fundamental de una reforma efectiva de la gestión de las enfermedades crónicas. Corresponde a los profesionales de la farmacia, entre otros, pues, colaborar en facilitar los mejores conocimientos y las habilidades para que el ciudadano sea capaz de escoger entre las opciones que tiene al alcance y actuar en consecuencia. “Implicar al paciente en el autocuidado, en un modelo menos paternalista, con información y formación, ayuda a una mejor aceptación de la enfermedad, un mayor logro para mejorar y avanzar en el tratamiento y más seguridad en el uso adecuado de fármacos”, ha comentado el Dr. Poveda durante la presentación del libro “10 temas candentes de farmacia hospitalaria”.

Esta obra ha sido promovida por la SEP gracias al apoyo económico del laboratorio Allergan; su objetivo es ofrecer las claves para que los profesionales puedan adaptarse con mayores garantías de éxito a los cambios que se están produciendo en el entorno sanitario.

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