(AZprensa) El Gobierno español ha claudicado ante la
presión de los médicos y ha dado marcha atrás de tal forma que los médicos no
tendrán que pagar impuestos por la formación (asistencia a Congresos, cursos, etc.)
que habitualmente les vienen pagando los laboratorios farmacéuticos y que
Hacienda pretendía se considerase como “pago en especie” y por consiguiente
obligado a declararse como ingreso.
La
presión tanto de la Organización Médica Colegial, presidida por Serafín Romero
(en la imagen), como de las sociedades científicas, ha hecho recapacitar al
Gobierno que además ha encontrado una fórmula sencilla para deshacer el
entuerto: modificar el artículo 44 del Reglamento del Impuesto
de la Renta de las Personas Físicas en donde se especificará que la
formación médica estará libre de tributación.
De esta forma no será necesaria ninguna modificación legislativa (algo que
obligaría a pasar por el Parlamento) sino que simplemente quedarán aclarados
los términos especificándose que los cursos, jornadas o congresos de
capacitación, aprendizaje y formación pagados por un tercero (es decir,
por los paganinis de siempre: los laboratorios farmacéuticos) quedarán libres
de tributación.
La realidad que se esconde detrás de todo esto es que el
Gobierno ha comprendido, por fin, cuál es la realidad
- La
sanidad pública es el principal empleador de los médicos y no se gasta ni
quiere gastarse dinero en su formación.
- La
formación continuada en medicina es imprescindible, ya que los avances son
constantes.
- Los
médicos –acostumbrados a que todo se lo paguen- dejarían de formarse (o la
reducirían drásticamente) antes que
pagar de su bolsillo esa formación.
- Los
laboratorios farmacéuticos siguen estando dispuestos a correr con todos los
gastos de la formación de los médicos porque, como cada vez les ponen más
trabas para acceder hasta los mismos para hablarles de las excelencias de sus
productos, el hecho de invitarles a congresos y cursos de formación es una de
las pocas oportunidades que les quedan para promocionar sus productos, aunque
dichos cursos y congresos no sean promocionales sino científicos (pero ya se
sabe que las relaciones personales Delegado-Médico son la mejor herramienta
promocional).
Y, por
supuesto, la Hacienda pública ha recordado que si quiere seguir recaudando
dinero, para eso están los laboratorios farmacéuticos, a los que se puede
exprimir más y más sin que se quejen y encima con el beneplácito de la opinión
pública.
Estas eran
las pretensiones de Hacienda: http://azpressnews.blogspot.com.es/2017/05/congresos-medicos-se-acabo-el-chollo.html
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