miércoles, 10 de enero de 2018

¿Pisó el hombre la Luna?

(AZprensa) La gran pregunta que todavía se siguen haciendo muchos es si el hombre pisó realmente la Luna o todo fue un tremendo engaño. Los partidarios de que el hombre nunca fue a la Luna se basan en muchos argumentos como, por ejemplo, la radiación que protege a nuestro planeta de los rayos cósmicos y hace posible la vida, el denominado “cinturón de van Allen” y afirman que no existe aún (y mucho menos entonces) protección suficiente para salvaguardar la vida de los astronautas cuando atraviesan esta zona que comienza en torno a los 600 Km. de altitud (recordemos que la Estación Espacial Internacional que orbita alrededor de la Tierra se encuentra a poco más de 400 Km. También afirman que los trajes de los astronautas de aquella época no eran capaces de soportar la radiación que se recibe al estar en la Luna (allí no hay atmósfera suficiente que nos proteja). Todos ellos aportan igualmente como pruebas el análisis de muchas fotografías que parecen trucadas: la bandera moviéndose con el viento cuando allí no hay viento, reflejos de focos en las escafandras, luz suficiente en zonas que no deberían estar iluminadas en condiciones normales, ausencia de estrellas en las fotografías, sombras convergentes cuando deberían ser paralelas como las que produce el Sol en la Tierra, y un largo etcétera.

Como siempre, dejamos a criterio del lector las conclusiones que quiera sacar; por nuestra parte creemos que ambas posturas son ciertas... en parte. Nos explicaremos. Creemos que el hombre sí fue a la Luna y quizás el tiempo que estuvieron expuestos a esa radiación no fue lo suficiente como para matarlos o hacerles enfermar gravemente, pero creemos igualmente que muchas de las fotografías y videos que nos mostraron fueron realizados en la Tierra, no en la Luna. Veamos por qué.

Como recordaremos fue el presidente de Estados Unidos John F. Kennedy el que se propuso –como un objetivo ambicioso para toda la nación- el ser los primeros en llegar a la Luna. Los rusos llevaban la delantera en la carrera espacial y ambos países se encontraban en plena Guerra Fría. Poner un hombre en la Luna sería un golpe propagandístico de colosales dimensiones que reforzaría el papel de Estados Unidos como primera potencia mundial. El pueblo norteamericana le apoyaba y eso permitió conceder a la NASA unos presupuestos astronómicos de miles de millones de dólares, necesarios para un proyecto de esta envergadura. Pero como el objetivo real no era científico sino propagandístico, de nada serviría ir a la Luna si luego no se podían mostrar al mundo las fotografías y videos de aquella hazaña si por casualidad los negativos resultaban dañados por la radiación del espacio exterior. Así que trazaron un plan alternativo.

Dirigentes y expertos de la NASA habían quedado sorprendidos con el realismo de la película “2001 una odisea del espacio” (1968) que había dirigido Stanley Kubrick, y pensaron que dicho director sería el ideal para recrear en un plató las escenas que necesitaban con los astronautas simulando estar en la Luna. Según cuentan algunos que han investigado el asunto, hubo todo tipo de presiones y finalmente aceptó. Esto explicaría por qué en muchas fotografías e incluso vídeos se observan anomalías que hacen pensar en que dichas fotos y vídeos no han sido tomados en la Luna sino en un plató de la Tierra. De esta forma, Estados Unidos consiguió lo que se proponía, poner al hombre en la Luna (y traerlo sano y salvo de regreso, por supuesto) demostrando a todo el mundo, a través de unas fotografías perfectas, que ellos eran los líderes del mundo.

Coincidencias o no, se sabe también que muchas de las personas que se supone implicadas en este gigantesco engaño fueron muriendo poco a poco en los meses siguientes en extrañas y poco aclaradas circunstancias. Se sabe, igualmente, que a raíz de aquello Stanley Kubrick no volvió a volar en avió y se recluyó en la gran mansión que poseía en el Reino Unido; tanto es así que las películas que rodó a partir de entonces se rodaron siempre allí, en su residencia privada, de donde nunca más quiso salir. Y se sabe también que en 1975 la NASA le dio a Kubrick unas lentes de última generación que le permitieron rodar su película “Barry Lyndon” sin necesidad de utilizar focos, dando a las escenas el tono natural que requerían los interiores de esta película de corte histórico.

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